Llegas a más personas
Una web diseñada para ser accesible se abre a millones de usuarios que, de otro modo, podrían quedar excluidos. Esto amplía tu mercado y te posiciona como una marca más inclusiva.
Fortaleces tu marca
Este compromiso no solo mejora tu reputación, también refuerza los valores de tu marca frente a clientes, colaboradores y la sociedad.
Reduce riesgos legales
En muchos países, la accesibilidad web es un requisito legal. Cumplir con normativas como las WCAG (Web Content Accessibility Guidelines) te protege de posibles litigios y sanciones.
Mejoras la experiencia para todos
Las prácticas de accesibilidad web benefician a todos los usuarios, no solo a las personas con discapacidad. Un diseño claro, una navegación intuitiva y una buena estructura de contenido mejoran la experiencia general para cualquier visitante.
Mayor compatibilidad tecnológica
Las webs accesibles suelen ser más robustas y compatibles con una gama más amplia de dispositivos y navegadores, incluyendo tecnologías de asistencia (lectores de pantalla, teclados especiales).